martes, noviembre 07, 2006

 

Trabajos complementarios

Paco 'el Pocero' utilizó a sus trabajadores para protestar contra el alcalde de Seseña. Les llevó a las puertas del ayuntamiento para presionar al alcalde, que se niega a darle más licencias para construir viviendas.

Es la última moda entre los empresarios: utilizar a los trabajadores para funciones que no están en el contrato. Bueno, la última no. Antes también se hacía, pero por atrás. En cambio, ahora se presume de ello. Y si no, que se lo digan a Juan Miguel Villar Mir, que quería ser presidente del Real Madrid y alegó que muchos de sus trabajadores le habían votado por correo.

Aquí en Asturias también cuecen fabas. Yo se de una empresa de supermercados que pintó la cara de sus vendedores con los colores de España durante la celebración de los mundiales de fútbol. Y una vez acostumbrada, y más recientemente por tanto, disfrazó a los empleados para impulsar una promoción. Así, la que vendía pan estaba transformada en Blancanieves, pero daba las gracias por no correr la suerte de otra cajera, que debía soportar una barba de enanito durante toda la jornada laboral.

¿Y qué hacen los sindicatos? Coño, como siempre: la vista gorda.

miércoles, noviembre 01, 2006

 

El poeta Calatrava

"Haga el favor de largarse", "Aquí, las que sobrais sois vosotras, vejestorios".
Sí, es cierto. Las torres de Buenavista dialogan con el palacio de Congresos, tal y como dijo el Premio Príncipe de las Artes, Santiago Calatrava. Los vecinos se asoman al balcón y sienten el aliento del nuevo armatoste en el cogote y hacen varias cosas: fuman en pipa, se suben por las paredes y hablan solos. Esta última actividad debe ser la que hizo pensar al arquitecto valenciano en el diálogo entre los viejos y los nuevos edificios.

Hay que reconocer que el laureado autor tiene labia. Otro, al llegar a Buenavista y ver el desaguisado se habría quedado sin habla, pero ya ves, él reaccionó como un poeta. Cuánto se habrá reido en la intimidad de este pueblín de paletos donde, en lugar de recibirle a palos por el desastre realizado, le ofrecieron pleitesía y hasta cena de gala.

Perro ya sabemos que lo que importa aquí es el tronío. Y si es un Príncipe de las Artes el que nos pisa el callo, le estrechamos efusivamente la mano. Para muestra de lo que somos, esa ceremonia anual en la Capilla del rey Casto: la imposición de las medallas corporativas a los nuevos Caballeros y Damas del Cuerpo de la Nobleza asturiana. Pronuncian un juramento y reciben una cruz en presencia de un sacerdote. Ellos mismos se llaman cruzados y entre las capas y uniformes que llevan, he aquí algunos: Orden de San Hermenegildo, orden del Santo Sepulcro, Orden Constantiniana de san Jorge, Primitivo Capítulo Noble de Caballeros de la Merced... Ese es un retrato fidedigno del Oviedín. Yo me pregunto a qué van a la Catedral. Y también me pregunto si Jesucristo los echaría a latigazos. Hace cosa de un mes me llamó uno de ellos por teléfono. Me dijo que me conocía. "Se equivoca, yo no conozco a ningún miembro del Cuerpo de la Nobleza Asturiana. ¡Lo que me faltaba!".

Y uno quiere refugiarse en la ciencia para huir de esta ignorancia supina, pero se encuentra sobre la mesa el estudio "Así conviven las mujeres con su resfriado" y se le cae el alma a los pies (Calatrava diría poéticamente que el alma baja a dialogar con las extremidades inferiores).

Como diría mi abuela, que era muy sabia, "cómo se nota que tan folgaos".

jueves, octubre 05, 2006

 

Secretos y mentiras

Me he enterado de que la Iglesia debate estos días la posible supresión del limbo. Se trata, explican las autoridades eclesiásticas, de elaborar un documento "sobre la suerte de los niños muertos sin bautismo", entiéndase aquí lo de suerte como sinónimo de destino, porque lo otro está claro. Los niños que se mueren, con bautismo o sin él, no parece que hayan tenido mucha fortuna.

Yo me pregunto qué pasará si los sesudos clérigos deciden que el limbo desaparezca. Me desasosiega pensar si todos esos niños que hasta ahora estaban en el limbo, según la Iglesia, deberán desalojarlo y adónde irán. Por otro lado, si es que nunca existió ese lugar, ¿dónde se alojaron hasta ahora? Y por la noche sudo y doy vueltas en la cama pensando en ese ejército de pequeños zombis deambulando por ahí dejados de la mano de Dios, nunca mejor dicho.

Eso de que los eclesiásticos se preocupen del limbo y de cómo llamar al lugar donde van los niños muertos sin bautismo, me asombra al compararlo con lo poco que parece importarles donde van los niños vivos, cristianados o no, famélicos y enfermos.

Me causa tanta zozobra porque creo que hay algo que se me escapa. Estoy segura de que me he perdido algún capítulo de ese culebrón de la Iglesia Católica apasionante y turbador.

Pero los políticos no les van a la zaga a los curas. Ahí tenemos al primer ministro húngaro Frenc Gyurcsany que se ha pavoneado de engañar a sus electores. Ole ahí tu gracia chaval. Lo peor no es eso, es que, cogido in fraganti, ni ha dimitido ni piensa hacerlo. El arguye que sabe qué le conviene a su país y que aplicará su fórmula para salvarlo. Vamos, lo de siempre. Lo que dicen los salvadores de la patria desde que el mundo es mundo.

Y qué ocurre en la tierrina. Aquí las mentiras no se desvelan y las verdades se ocultan. Algún día sabremos cuánto nos han costado los fascículos, los anuncios oficiales y otras zarandajas que pagan el Principado, o el ayuntamiento de turno, para que los asturianos no nos enteremos de nada. La pregunta es ¿si morimos inocentes, dónde iremos? Yo creo que, como muy lejos, nos encontrarán en Babia.

miércoles, julio 26, 2006

 

Trucha

Laviana abrirá un museo dedicado a la trucha. Leí dos veces la noticia. Como mucho, yo esperaría un centro sobre el salmón, eso tan nuestro, pero no. Ya se ve las preocupaciones, y los proyectos que tienen los concejos asturianos. Debe haber en marcha más de un millar de museos. No sé para que visitantes serán, teniendo en cuenta que nuestro centro de cabecera es el Bellas Artes, que sí merece la pena, y está generalmente más solo que la una y hay que hinchar la cifra de público llevando en masa a los colegiales.

Yo en Oviedo abriría el museo del buen pez, y no pienso dar explicaciones porque sobran. En la capital, recientemente, hemos visto el apretón de manos y sonrisina entre el presidente Areces y don Gabino y hete aquí que ya sabemos por qué: Quedan libres los terrenos del antiguo hospital, en El Cristo, y ahí hay tajada para los dos. Hay que recalificar y supongo que las ganancias no serán para obras de caridad. La reciente amistad entre ambos exadversarios tiene también como telón de fondo ese proyecto del Principado que, por lo visto --cosa inaudita-- se sacó Areces de la manga sin pedírselo nadie: la mejora de la circulación de entrada a Oviedo ¿Habra que pensar en la tajada de la fábrica de armas cuando el Principado decida que la losa que quería colocar Cascos a la entrada de la autopista es peligrosa para la iglesia de Santullano?

Voy a contratar a Sopeña para que me compre, o me asesore para que adquiera, una parcelina que tenga futuro en este Oviedo tan prometedor para las operaciones inmobiliarias. El dice que en los ayuntamientos no se le atiende a uno, así que en lugar de ir a su despacho municipal, acudiré a su consulta privada, al final hay que hacer como con el médico del Seguro, vas a su casa porque ... tampoco lo diré porque luego todo se judicializa y seguro que a mi no me archivan, que yo no alterno con altos cargos.

Así que Areces y Gabino salen riéndose en la foto y yo me pregunto si se estarán riendo del personal. Mirando la foto yo creo que se dicen: "¿Gabino, me quieres mucho?" "Sí ho, como la trucha al trucho".

lunes, julio 10, 2006

 

La salivina

Queremos tener turistas en Asturias y empezamos la casa por el tejado: Por querer vender paisaje, que es lo guapo, y sin darnos cuenta de que falta lo imprescindible: educación, y por supuesto higiene. Vas a una carnicería y chavales con gorrito, supongo que puesto para adornar, te sirven los filetes, y luego, con las mismas manos, te cortan el jamón de York. Sí, con las manos de sangre, y en el mejor de los casos se limpian con un trapín seco porque no conozco ninguna carnicería de Oviedo donde los empleados tengan un grifo para lavarse después de cortar la carne sangrante.

¿Me dices que en tu tienda uno te corta la carne y otro distinto te pone la charcutería? Vale, suerte que tienes pero, ¿el charcutero te cobra? Con las manos pecadoras del dinero muchos te cortan el pavo cocido que te comerás crudito con bacterias y todo.

Si en tu tienda todo eso está superado y hay higiene te pregunto ¿superan tus carniceros la prueba de la bolsita? Me refiero a esas bolsas finitas que no hay quien abra y que el diligente empleado consigue franquear a base de dedito, lengüecita y salivita. Piénsatelo.

Y es que la costumbre de la 'llambida' está extendidísima. Yo la veo en todos los sitios. Siempre hay un chavalín o una moza, un vieyo o una paisana, que se ayudan con el dedín mojado para mil y una labores. Si les dices algo eres un o una "repunante"; si no les dices nada te mueres de asco.

Que sí, que sí, piensa un poco, por ejemplo, en el taxista. Si tiene que devolverte billetes, o hacerte una factura, diligente se lleva el dedín a la boca, impregna el miembro y lo lleva al fajo de papeles. A veces quisieras ser millonario sólo por decirle, deje, deje, y poder renunciar guapamente a esos dos billetes de cinco euros, por ejemplo, y con ello también a esa humedad que sabe Dios que gérmenes contiene.

Oyes lo de los certificados de calidad de las empresas y miras estas escenas y te das cuenta del abismo que existe entre lo que queremos copiar ni se sabe de dónde, y nuestra realidad casi analfabeta. Al menos, de cero en higiene. Mocina con gorrita te sirve el pan en un supermercado de esos que conoce todo el mundo. Te lo mete en una bolsa de papel. Vaya por Dios, es una baguette y un buen trozo de la barra asoma por arriba. No importa, porque lo del papel es un trámite, no algo en lo que la gente cree, algo que se precisa por higiene, sino quizás por ponerle un toque de modernidad al asunto. Así que la mitad de la barra desnuda se coloca en la cinta de la caja y camina por allí, por donde antes estuvieron productos que estaban en el suelo, donde se posa el dinero y miles de caquitas, y la cajerina, manos también al aire, que han estado cobrando y devolvierndo dinero toda la mañana, coge el cuernin, arrastra la barra para que se lea el código pegado al escaso papel y luego coge la bolsina, la despega con salero de las otras con ese dedín mojado y mete allí la barrina, y tu te la llevas a casa con todos los añadidos. Si viene la gripe aviaria no nos salva ni la Caridad.

sábado, julio 08, 2006

 

Hijo predilecto

Todo hace pensar (las mil y una veces que ya ocurrió anteriormente algo similar) que el expediente denominado caso Sopeña se va a archivar. Pobre Sopeña. ¿Quién le reparará el daño causado? A ver si se piensa que con un sueldín de senador y otro de concejal, dietas y demás da para tantos sudores. Ya lo dijo él el otro día, cuando presidió el pleno en el que se iba a hablar de él, "esto es una infamia".

Se le critica por haber presidido él, pero yo creo que es lógico. No iban a dejar que lo mangoneara otro. Yo propongo --no es idea mía-- que le otorguen el título de Hijo Predilecto, o Adoptivo (no se donde nació el interfecto) de Oviedo. Que el arzobispo Carlos Osoro acuda bajo palio a darle la comunión, y que nosotros lo veamos comulgando también, como siempre con ruedas de molino. Hala pininos, seguir votando a Gabino. Que vos preste.

viernes, junio 23, 2006

 

Complejo hospitalario

Si usted se pone enfermo, quizás le ingresen en el Hospital Central de Asturias, nombre pomposo que recuerda las series de televisión norteamericanas pero que, en realidad, no existe más que en los papeles. Cuando sus familiares vayan a verle le dirán al taxista: "lléveme al Hospital Central",y el no se conformará fácilmente, "¿al Covadonga, o al General?", preguntará. Luego añadirá "¿A Maternidad, Consultas Externas, Policlínicas, Urgencias...?"

Las nuevas tecnologías no han llegado a la catedral de la sanidad asturiana. Usted va a la consulta de Cardiología, y como única guía tiene esta consigna: Hongo 4. En teoría, estupendo, pero en la práctica se cansa usted de dar vueltas y no encuentra nada. Por eso --no sé si se ha fijado-- los pacientes acuden a este centro hospitalario de dos en dos. Una madre y su hijo; un suegro ysu nuera; un marido y su esposa... Y usted se preguntará ¿Cómo hay tantos desocupados? Sabemos que la Seguridad Social paga la baja del enfermo, pero ni se sabe quién abona el escaqueo del trabajo del pariente que le guía.

Le guía, sí, porque si no, se pierde. En la pareja, hay siempre un espabilado y otro un puntillo menos vivo. El primero es el que logra resolver el sudoku de pasillos y pasarelas del centro
que, por algo, muchos llaman complejo hospitalario. "Si, hombre, es que la cuarta planta del hospital, comunica con la sexta de la residencia", te dice el acompañante experto. Y te dejas llevar, confiado, sabiendo que tú jamás habrías podido encontrar el camino, porque aquí no hubo almas piadosas como las que en el metro de las grandes ciudades colocaron planos a lo largo y ancho de los andenes aclarando al lector: "usted está aquí".

Y en la consulta le dicen que tiene que sacar volante para hacerse una prueba diagnóstica. "Es muy fácil, siga por este pasillo hasta el final; gire a la derecha, y luego otra vez a la izquierda", le explican. ¿Internet? ¿Para qué? Se diría que en el Hospital, conscientes sus responsables de lo sanísimo que es andar, se han propuesto que pacientes y acompañantes hagan ejercicio, y en lugar de resolver todo el papeleo desde un único sitio por ordenador, obligan a los usuarios de los servicios a hacer ejercicio. Pasajes, pasillos, y salas aquí y allá (metas volantes de esta peculiar carrera), aparecen abarrotados. Así se ocupa a más personal y le tienen a usted y a su guía toda la mañana allí, mostrándole de ese modo cuánto se le quiere en la sanidad pública.

No se ponga usted enfermo.