lunes, mayo 29, 2006

 

Benedictín

Benedicto XVI no es guapo, pero hay que reconocerle el sentido del humor. Ha visitado Auschwitz y no se le ha ocurrido nada más que preguntar: "Dios, ¿por qué estuviste callado?" Se lo ha preguntado en voz alta, para que nos enterarámos los que no somos Dios y no adivinamos los pensamientos. Así Ratzinger, el Papa de los sombreritos, quiere dejar claro que, si en vez de Dios, hubiese estado él allí en ese momento, otro gallo habría cantado. No nos explica qué coño hizo Pío XII, el Papa que creo que tocaba en aquella época.

Yo a Benedictín --perdón por la familiaridad, pero no puedo evitarla al sentirle tan cercano y tan sencillo-- le preguntaría, nada más que para hacer boca, por Guantánamo. Si le parece que Dios está ahora también callado, o si habrá que esperar sesenta años para hacerse esa pregunta.

Si me lo sacara acolación a mí Su Santidad, le diría que Dios se calla ahora lo mismo que en Auschwitz, porque sus ministros en la Tierra están muy agustito en sus palacetes y recorriendo el mundo con el estómago lleno, y saben que hacerse preguntas en voz alta puede causarles problemas, a menos que se las hagan con más de medio siglo de demora.

En el plano terrenal, tenemos a Ovidio Sánchez, Ovidín del alma, que tambiénes un poquito como Dios. Está en todas partes, es decir, que todo el mundo lo torea, pero ha conseguido esa espiritualidad que otorga el que nadie te envidia. En un partido político habitualmente todo son inquinas, pero Ovidín no tiene quién le envidie, por eso todos le apoyan, y si pierde da igual. Mientras a los que tienen un puestín se les mantenga...

Gabino de Lorenzo, el gallu, reina en su feudo,y le da el parabién a Sánchez con tal de que le deje seguir mangoneando en todo. La última del reino de Carbayolandia es que, para justificar un viaje a China, pagado por tí y por mí, amable lector, ahora le pide a Areces un Centro de Estudios Orientales. Como a tales nos engañan.

Una prueba de ello, ya fuera de Oviedo, pero siguiendo en el Principado, es la reciente visita de los Reyes a la fábrica de Bayer en Langreo. Leo con estupor que en ella se ocupa a 200 de los 30.000 trabajadores que la factoría tiene en todo el mundo, y que ahí, en Langreo, se hace el 85% de las aspirinas que se consumen en el mundo. No soy de ciencias, pero barrunto que las cuentas no cuadran. Dios ¿porqué estás tan callado? Creo que le duele la cabeza.

miércoles, mayo 10, 2006

 

El sopeñazo

Ya ves, siempre pensando que en el urbanismo de Oviedo no es oro todo lo que reluce, y resulta que ahora salta la chispa del que fue muchos años concejal de Urbanismo de Oviedo, Javier Sopeña, pero se le sitúa en un asunto un poco rarillo en la costa. ¿Llegará a aclararse qué es eso de la petición de 19 millones por unos terrenos, o se quedará todo como siempre en el rosario de la aurora de los juzgados? He hecho un pequeño sondeo en mi entorno y, valorando los antecedentes, es decir, los casos que han escandalizado y se han archivado, el resultado es que Javier Sopeña puede estar tranquilo.

El fiscal general de Asturias ha dicho que la cinta entregada por un presunto mediador insatisfecho no se oye; que no se entiende nada, y yo pediría que en las oposiciones a juez y demás puestos del escalafón, además de pedir un programa que les obligue a empollar diez años, como hasta ahora, les hagan un reconocimiento médico. Lo digo porque, caramba, lo extraño es que el PSOE, y la cadena Ser dan toda clase de detalles sobre el contenido de la cinta. Pero también es verdad que siempre se ha dicho que la justicia es sorda y ciega, así que de qué nos vamos a extrañar.

Sopeña, en un primer momento, que es cuando a uno le pillan desprevenido, no ha dicho ni pío. Le preguntaron los medios de comunicación y él se puso a hablar por el móvil y se fue como alma que lleva el diablo. Y yo te pregunto, amigo contribuyente, si a tí te dicen que estás pringao en un tema de comisiones, terrenos y 19 millones ¿sales huyendo, o echas fuego por la boca y pones las cosas claras lo más rápidamente posible?

Es que yo sospecho que estaba fingiendo. Que nadie le había llamado por teléfono y simplemente se estaba dando tiempo para preparar una respuesta. Claro que soy muy mal pensada. Lo más seguro es que le llamaron al móvil. Hasta hay quien asegura que en ese momento se escuchó ese tono de llamada que ofrece el personaje del gañán de La Hora Chanante: "Coge el teléfono, pájaro".