miércoles, julio 26, 2006

 

Trucha

Laviana abrirá un museo dedicado a la trucha. Leí dos veces la noticia. Como mucho, yo esperaría un centro sobre el salmón, eso tan nuestro, pero no. Ya se ve las preocupaciones, y los proyectos que tienen los concejos asturianos. Debe haber en marcha más de un millar de museos. No sé para que visitantes serán, teniendo en cuenta que nuestro centro de cabecera es el Bellas Artes, que sí merece la pena, y está generalmente más solo que la una y hay que hinchar la cifra de público llevando en masa a los colegiales.

Yo en Oviedo abriría el museo del buen pez, y no pienso dar explicaciones porque sobran. En la capital, recientemente, hemos visto el apretón de manos y sonrisina entre el presidente Areces y don Gabino y hete aquí que ya sabemos por qué: Quedan libres los terrenos del antiguo hospital, en El Cristo, y ahí hay tajada para los dos. Hay que recalificar y supongo que las ganancias no serán para obras de caridad. La reciente amistad entre ambos exadversarios tiene también como telón de fondo ese proyecto del Principado que, por lo visto --cosa inaudita-- se sacó Areces de la manga sin pedírselo nadie: la mejora de la circulación de entrada a Oviedo ¿Habra que pensar en la tajada de la fábrica de armas cuando el Principado decida que la losa que quería colocar Cascos a la entrada de la autopista es peligrosa para la iglesia de Santullano?

Voy a contratar a Sopeña para que me compre, o me asesore para que adquiera, una parcelina que tenga futuro en este Oviedo tan prometedor para las operaciones inmobiliarias. El dice que en los ayuntamientos no se le atiende a uno, así que en lugar de ir a su despacho municipal, acudiré a su consulta privada, al final hay que hacer como con el médico del Seguro, vas a su casa porque ... tampoco lo diré porque luego todo se judicializa y seguro que a mi no me archivan, que yo no alterno con altos cargos.

Así que Areces y Gabino salen riéndose en la foto y yo me pregunto si se estarán riendo del personal. Mirando la foto yo creo que se dicen: "¿Gabino, me quieres mucho?" "Sí ho, como la trucha al trucho".

lunes, julio 10, 2006

 

La salivina

Queremos tener turistas en Asturias y empezamos la casa por el tejado: Por querer vender paisaje, que es lo guapo, y sin darnos cuenta de que falta lo imprescindible: educación, y por supuesto higiene. Vas a una carnicería y chavales con gorrito, supongo que puesto para adornar, te sirven los filetes, y luego, con las mismas manos, te cortan el jamón de York. Sí, con las manos de sangre, y en el mejor de los casos se limpian con un trapín seco porque no conozco ninguna carnicería de Oviedo donde los empleados tengan un grifo para lavarse después de cortar la carne sangrante.

¿Me dices que en tu tienda uno te corta la carne y otro distinto te pone la charcutería? Vale, suerte que tienes pero, ¿el charcutero te cobra? Con las manos pecadoras del dinero muchos te cortan el pavo cocido que te comerás crudito con bacterias y todo.

Si en tu tienda todo eso está superado y hay higiene te pregunto ¿superan tus carniceros la prueba de la bolsita? Me refiero a esas bolsas finitas que no hay quien abra y que el diligente empleado consigue franquear a base de dedito, lengüecita y salivita. Piénsatelo.

Y es que la costumbre de la 'llambida' está extendidísima. Yo la veo en todos los sitios. Siempre hay un chavalín o una moza, un vieyo o una paisana, que se ayudan con el dedín mojado para mil y una labores. Si les dices algo eres un o una "repunante"; si no les dices nada te mueres de asco.

Que sí, que sí, piensa un poco, por ejemplo, en el taxista. Si tiene que devolverte billetes, o hacerte una factura, diligente se lleva el dedín a la boca, impregna el miembro y lo lleva al fajo de papeles. A veces quisieras ser millonario sólo por decirle, deje, deje, y poder renunciar guapamente a esos dos billetes de cinco euros, por ejemplo, y con ello también a esa humedad que sabe Dios que gérmenes contiene.

Oyes lo de los certificados de calidad de las empresas y miras estas escenas y te das cuenta del abismo que existe entre lo que queremos copiar ni se sabe de dónde, y nuestra realidad casi analfabeta. Al menos, de cero en higiene. Mocina con gorrita te sirve el pan en un supermercado de esos que conoce todo el mundo. Te lo mete en una bolsa de papel. Vaya por Dios, es una baguette y un buen trozo de la barra asoma por arriba. No importa, porque lo del papel es un trámite, no algo en lo que la gente cree, algo que se precisa por higiene, sino quizás por ponerle un toque de modernidad al asunto. Así que la mitad de la barra desnuda se coloca en la cinta de la caja y camina por allí, por donde antes estuvieron productos que estaban en el suelo, donde se posa el dinero y miles de caquitas, y la cajerina, manos también al aire, que han estado cobrando y devolvierndo dinero toda la mañana, coge el cuernin, arrastra la barra para que se lea el código pegado al escaso papel y luego coge la bolsina, la despega con salero de las otras con ese dedín mojado y mete allí la barrina, y tu te la llevas a casa con todos los añadidos. Si viene la gripe aviaria no nos salva ni la Caridad.

sábado, julio 08, 2006

 

Hijo predilecto

Todo hace pensar (las mil y una veces que ya ocurrió anteriormente algo similar) que el expediente denominado caso Sopeña se va a archivar. Pobre Sopeña. ¿Quién le reparará el daño causado? A ver si se piensa que con un sueldín de senador y otro de concejal, dietas y demás da para tantos sudores. Ya lo dijo él el otro día, cuando presidió el pleno en el que se iba a hablar de él, "esto es una infamia".

Se le critica por haber presidido él, pero yo creo que es lógico. No iban a dejar que lo mangoneara otro. Yo propongo --no es idea mía-- que le otorguen el título de Hijo Predilecto, o Adoptivo (no se donde nació el interfecto) de Oviedo. Que el arzobispo Carlos Osoro acuda bajo palio a darle la comunión, y que nosotros lo veamos comulgando también, como siempre con ruedas de molino. Hala pininos, seguir votando a Gabino. Que vos preste.